30 mayo 2013

El Psiquiatra - Cap. 7





Cap. 7

Como decía, impresionante el parecido de aquellas dos mujeres e impresionante la casa.

La casa era como las de las películas americanas, una escalera central presidía el hall que daba a la entrada. La escalera se dividía en dos brazos que subían al piso superior donde estaban las habitaciones, dormitorios, supongo que servicios, aseos y más, porque desde abajo se veían muchas puertas.......

Decoración clásica, casi un poco demasiado clásica para mi gusto, tirando casi a barroco, vamos.......... un poco recargada, pero la verdad, en línea con su forma de vestir que parecían una fotocopia de Cruela de Ville, la mala de los 101 Dálmatas.

Antes de enseñarme mi estancia, me ofrecieron tomar algo en el salón. Acepté porque además quería ver como actuaba Malena ante mi visita y si realmente todo aquel rollo de compañeros de carrera de abogacía estaba bien "hilado".

Me hicieron pasar al salón, ........ "peazo salón".........., una estancia de un cien metros cuadrados con dos zonas bien diferenciadas. Una zona de sillones individuales entorno a una mesa estilo luis XV, como zona de tertulia y lectura. Y otra más moderna con unos sillones corridos tipo chaisse longe en donde incluso encajaba sin desentonar una televisión de plasma de 52" que parecía una sala de cine. 

Se dirigieron a la zona (llamemos le de televisión) y al tiempo que me preguntaban que quería tomar ellas se servían unos martini bianco en un copazo, que.... cualquiera pedía una cervecita (que era lo que realmente me apetecía) y me pedí otro igual. Además he de confesar, que como precaución estuve atento a que me sirvieran de la misma botella, porque con tanta parafernalia ya temía que me despertara narcotizado y sin un riñón a la mañana siguiente................ pero no, el martini estaba buenísimo como ellas o mejor dicho como el de ellas.

Me flanquearón una a cada lado en un sofá largo y curvado comenzando una breve conversación de "ascensor" que corté en cuanto pude con una excusa de ver las vistas tan maravillosas que debían tener aquellos tremendos ventanales, a los cuales me acerqué y que tras retirar cortinas y cortinones, me percaté............. que no, ni vistas ni "ná", un muro de seto o de pinos o de no se que pero no se veía nada del exterior.

Pero si me sorprendió algo.

Junto conmigo se levantó Malena y se acercó a la ventana sin reparo. Incluso acompaño mi conversación sobre las vistas con algo sobre "cuanto les gustaba la intimidad y la discreción". Tampoco es definitivo, pero las personas con agorafobia no son muy amigas de ventanas, pero claro con aquel "peazo" muro de seto........ esta observación no era significativa.

Y ante la falsa intentona, volví al sofá a continuar con la conversación de ascensor que con cualquier excusa trataba de derivar hacia circunstancias personales, como si vivían solas o desde hace cuanto vivían allí........

Malena me miraba con aquellos ojazos oscuros como queriendo grabar y analizar mis palabras mientras Adela era quien daba soporte a la conversación pero mas distendida como con cierta distancia. La verdad es que el que me sentía analizado era yo, cosa que tampoco me extrañaba demasiado si en realidad Malena escondía alguna anormalidad psíquica, ya que estas personas pueden ser extraordinariamente inteligentes y observadoras.

Yo seguía el guión tramado al pie de la letra. No vivía en Madrid, estaba por un curso la semana siguiente y Adela me había invitado para recordar viejos tiempos de facultad. Y desarrollaba el guión, seguido y apoyado por su hermana.

Hasta que llegado un momento en el cual creo que la conversación le llegaba a aburrir y casi acabado el martini, Malena corto la conversación invitándome a enseñarme mi habitación y conminándome a seguir aquella "amena conversación" en la cena.

Adela sugirió que fuese Malena quien me enseñara mis aposentos mientras ella hacía los preparativos para la cena.

Y siguiendo a Malena cogí la maleta según pasaba por el hall camino de las habitaciones.

"Follow me" me dijo en tono irónico y poniéndose delante mio al subir las escaleras.....

(Follow me, yo si que te follou .......) pensaba para mi interior y ya se que parece poco profesional, pero Malena subía delante de mí las escaleras, al igual que su gemela vestía un ceñido vestido estampado en grandes flores de tonos blanquiazules, corto muy corto, incómodamente corto y subiendo aquellas escaleras con tacones, dejaban los contoneos de Rita Hayworth en Gilda al nivel de aficionada. Como gemela que era tenia una figura tremenda, o no sé, si era ver tan de cerca aquel ceñido trasero que joderrr....... pasé de siquiatra a salido en décimas de segundo.

Yo creo que no había subido unas escaleras tan "atento" nunca. Tan "atento" iba que en el último peldaño pensé que todavía había mas y di un traspiés que de poco me pego una hostia de esas de antología.

Afortunadamente Malena me agarró del brazo y mientras acercaba su cara a la mía al incorporarme del traspiés - me dijo -

- Señor Ventura, no se nos mate usted tan pronto.......... (con una sensualidad de buffffffffff).....

- Ennnnrique,  llaaaameme Enriqueee, por favor, mientras me incorporaba y pensaba (que no me mate tan pronto?......... )......

Me acompaño hasta una de las habitaciones situada en el ala izquierda de aquel pasillo elevado y desde cuya barandilla se veía el hall y la entrada. Estábamos delante de una puerta de una altura considerable, mas de lo normal, abrió con una llave situada en la cerradura y de la que colgaba un pompón o una borla no se, algo de tela, pero lo que realmente me extraño fue la llave......... o no, no se esas casas de estilo tan clásico quizás sea lo normal........

Y abrió la puerta y entró..........................

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