22 noviembre 2012

La Prisionera - Cap. 14-16










Capítulo 14.

¡Había pasado todo tan deprisa!, que apenas tuve tiempo para pensar, para reaccionar.
Pero estando allí en la cama atada...mi mente volvió a la lucha interna.
¿Debía tener sexo con el?, o mejor dicho ¿podía tener sexo con el hombre que me había querido matar?
Desde luego así en esa situación no... mi mente, puso en guardia a mi cuerpo y todo el reaccionó.
Se tensó de nuevo cada músculo de el, sin dejar ninguno.
Su peso encima de mi, hacía zozobrar todas mis teorías... no era consentimiento, pero tampoco quería que supiera que deseaba esa satisfacción... pero si se trata de una satisfacción, esa era la peor forma...
No tenía libres mis brazos, ni mis piernas...no podía tocarlo ni besar su cuerpo... cosas a mi me encantaban... pero el me lo estaba negando y yo lo deseaba.
Sus labios en mi cuello... ummm!! Sentirlo tan cerca hacía que cada teoría que formulaba contra el... se derrumbara...
Sentir su ansia...y a la vez su dulzura... sus manos deslizando poco a poco los botones de mi blusa y su mirada... su mirada clavada en mi...
¿Deseaba que dijera algo?, ¿deseaba alguna reacción?..
No sabía exactamente que hacer... esta situación es nueva para mí...
¡¡Hacía tanto tiempo que no sentía ese placer!! tanto como dos años... dos largos años sin mi marido.. y desde que el se fue y la puñetera guerra... no había tenido posibilidad de volver a sentir...
De nuevo, mi mente me decía... ¡¡¡habla!! ¡¡di algo!!
Y mientras su boca y su lengua recorría mis tetas... la teoría de hablar, de decirle algo cobraba cada vez más fuerza.

 
Su lengua, me lamía como si fuera yo a desaparecer... con ansia. Era como un niño cuando tiene su caramelo que tanto había deseado. La humedad de su lengua en mi piel, me hizo estremecer. Mi cuerpo se arqueo, del placer desdeñado, pero deseado.
Mi reacción hizo que el se detuviera, mi miró de nuevo. No se que quería ver y como si alguien hablara por mí, dije:
-Así, no... ¡Por favor, suéltame!... prometo no escapar... ¡pero suéltame los brazos!, mi voz era entrecortada pero firme...
El me miró... y sus ojos se clavaron en los míos......







Capítulo 15

¡ Suéltame ! - dijo -, aquello me dejo sorprendido. Su cuerpo estaba tenso y aquello me excitaba aún mas, pero soltarla........?..........confiar en ella....?

Porque no. El día anterior tuvo la oportunidad de dispararme cuando arrojé la beretta al suelo y no lo hizo.......... tampoco ha intentado morderme ni nada parecido................. quién es este alma en pena que he abatido por error..?

Aquellos pensamientos detuvieron en seco mi excitación y un sentimiento de vergüenza me hizo estremecer. Cubrí de nuevo su cuerpo, me incorporé y me subí el pantalón aunque sin abrochar.

Sentado en el lateral de la cama la miré, aquella cara pasó de inspirarme excitación a darme ternura.

No se si debo, pero te voy a soltar. - le dije y continué - Si te sirve de consuelo, yo no soy así, es esta puta guerra que me ha hecho perder el sentido de lo que está bien y lo que está mal.

Solté la mano que tenía mas cerca, la derecha, que era su brazo herido y reposé su brazo sobre el pecho. Para soltar la otra tuve que apoyarme sobre su cuerpo y mientras soltaba su mano mas alejada mi cara quedaba cerca de la suya. - Y le dije - Lo siento, como te llamas, que no sé ni tu nombre aún, y no sé si quiero saberlo, porque cuando lo sepa ya no serás una desconocida para mi, no serás un alma que vagabundea entre escombros delante de mi mira telescópica............. que voy a hacer contigo.........y la solté.

16.
Carraspee, porque quería hablar, realmente eso es lo que quería, que me soltara, pero tenía tan pocas esperanzas de que lo hiciera, que su acción me sorprendió.
El sonido que salio de mi garganta le hizo volverse, y cuando lo tuve frente a mí, por fin y casi sin miedo, me atreví a hablar con cierta normalidad.
Su mirada era desconcertante así como su expresión. Al notar sus ojos en mi, le dije:
  • Acuérdate que mi nombre es Paola, ya te lo dije ayer, pero veo que tu locura te ha hecho olvidar rápidamente. Sé que es difícil de pronunciar para ti, porque mi nombre no es servio, yo no soy servia. Él porque, yo estoy aquí, aguantar esta guerra es largo de contar.
Mientras yo iba hablando lentamente en su idioma para que pudiera entenderme, su expresión era cada vez mas extraña, parecía no comprender nada, pero yo seguí hablando y para darle un voto de confianza, apoye mi mano derecha en su pierna.
  • Se hablar tu idioma porque llevo viviendo en tu país más de 2 años. Y cuando empezó la guerra no tuve fuerzas para abandonar este país que en su día me enamoró.
Yo aun estaba tumbada en la cama, y el sentado a mi lado. No quería moverme por miedo y porque no quería que pensara que era una estrategia para marcharme.
Poco a poco noté como su expresión, cambió. No sé bien si confiaba en mi, pero si noté que estaba mas relajado.
  • Creo que realmente no quieres conocer mi nombre, porque estamos en guerra y no quieres familiaridades, pero ten en cuenta una cosa, no soy una espía, soy de los vuestros y estoy en tu bando. No quiero saber tampoco a quien querías matar, supongo o bien que eres un mercenario o un francotirador. Solo te pido que no me mates, si yo he sido tu error... lo siento... pero yo no tengo la culpa.
El no dejaba de mirarme, mientras yo le solté todo aquel discurso, ya que estaba allí, ¿qué mas me podía pasar? , Así que decidí continuar hasta que el se cansará o yo me desahogara.
  • Bueno te voy a repetir, mi nombre por si te apetece llamarme por mi nombre.
Me quede callada por un instante, y le dije:
  • ¿Has oído ese ruido?
Y tras decir eso, un golpe se volvió a oír en la puerta como si alguien estuviera llamando. Después del segundo toque una voz masculina se oyó:
-¿ Kyril, estas ahí?, Abre venga tío tengo algo importante... ¿aun estas con la furcia esa?.. jaaaajajajajaajaaa...



……………….

No hay comentarios:

Publicar un comentario